Galicia sufre el mayor ascenso del paro en 14 años y pierde más de 8.000 ocupados

El desempleo subió en 16.700 personas

La destrucción de puestos se ceba con los autónomos y el sector público

La tasa de temporalidad en empresas baja al 11%

Un operario en un astillero en Galicia.

Un operario en un astillero en Galicia. / Gustavo Santos

Julio Pérez

Julio Pérez

El mercado laboral de Galicia sufrió en el arranque del año una dolorosa resaca después de la fiesta de los buenísimos datos con los que cerró 2023. La ocupación bajó un 0,7%, se perdieron 8.200 empleos; y el paro rebotó un 14,5%, la mayor subida de los últimos 14 años, con 16.700 personas más a la espera de una oportunidad, según la actualización de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE.

En ambos casos, el comportamiento es peor que el del conjunto del país, que arrancó el ejercicio destruyendo 139.700 puestos, un recorte del 0,6%, mientras que el desempleo aumentó tres veces menos, el 4,1% (117.000 parados nuevos). Pese a la peor evolución en un periodo que no suele dejar ya de por sí buenas noticias, España se mantiene por encima del umbral de los 21 millones de ocupados y más de 1,1 millones en la comunidad, con alzas de 615.800 y 24.400 empleos, respectivamente, en la comparativa con el primer trimestre del año anterior.

Más población activa

Una parte de la explicación a ese fuerte rebote del desempleo, que cruza de nuevo el nivel del 10% (10,5%, exactamente) viene de otro salto en la población activa. En Galicia hay 8.500 personas más que en el último trimestre de 2023 en edad de trabajar y en disposición de hacerlo. En la franja de los 16 a los 19 años son 2.800 y 2.200 tienen entre 25 y 29 años. La otra horquilla fundamental para garantizar el relevo generacional, de 20 a 24 años, se mantiene intacta, frente a la que va de los 50 a los 59 años: 6.600 activos más.

La ocupación adelgaza en prácticamente todas las edades, sobre todo en los jóvenes: 1.900 trabajadores menos de 16 a 24 años y 4.600 en los de 25 a 34 años. Como se evidencia en las cifras mensuales de afiliación a la Seguridad Social, los extranjeros inyectan resiliencia al tejido productivo de Galicia. Los ocupados de nacionalidad española o doble nacionalidad descendieron en 7.700 y entre los foráneos destaca el avance de los procedentes de América Latina: 1.800 a mayores.

Sangría de empleo público

El empleo en Galicia está cada vez más concentrado en los asalariados. A diferencia de la tendencia general, las plantillas en nómina de una empresa aumentaron en 10.900 efectivos, hasta rozar los 730.000. Justo lo contrario de lo que ocurre entre los trabajadores independientes o con negocios sin personal. Los autónomos siguen reduciéndose con fuerza: 5.700 menos, un 3,8% de bajada. Los empresarios con empleados aumentaron en 400. Los miembros de cooperativas se desplomaron en 2.300. Pero el mayor recorte de todas las situaciones profesionales está en los cuadros de las administraciones. El sector público aglutina 189.7000 empleados tras un tajazo de casi el 6%: 12.000 menos que al cierre de 2023.

La merma afecta especialmente a la educación, la actividad que más empleos perdió entre enero y marzo en la comunidad, unos 5.400. En otros puestos de administración en el sector público la reducción fue de 2.600. La industria manufacturera, que fue un impulso clave de la ocupación en el cuarto trimestre de 2023, está ahora entre los motivos de la flojera. Se dejó 3.400 empleos. La hostelería recortó 2.000; 3.000 el transporte y la logística; 1.600 las actividades sanitarias y los servicios sociales; y 7.100 en la amalgama de servicios que incluye las actividades artísticas y el ocio, las deportivas o la atención personal. El campo no sale de los números rojos: 2.300 ocupados menos. La mejor cara del mercado laboral en el primer trimestre en Galicia son los incrementos de empleos en pesca y acuicultura (2.700), industrias extractivas (1.200), energía y residuos (1.800), construcción (3.300), comercio (1.000) y, sobre todo, actividades de información, finanzas, inmobiliarias y administrativas (9.000).

Fotografía estatal

La ocupación medró en cuatro autonomías: Cantabria (2,5%), Asturias (1,7%), Madrid (1,3%) y Canarias (1%). Los territorios con caídas más acusadas fueron Castilla-La Mancha (-3%), País Vasco (-3,8%) y Baleares (-4,1%). Algunas de ellas sobresalen también en la variación del paro. Al alza, el caso de Baleares (39,9%) y Castilla-La Mancha (21,7%). En cuatro retrocedió el desempleo, con Canarias (-7,7%) y Navara (-4,8%) en cabeza. La tasa de paro en el conjunto del país alcanza el 12,3% (11,8% en el cuarto trimestre de 2023).

Lo que no da síntomas de agotamiento es la mejora de la contratación. Hay 680.300 asalariados con puesto indefinido a jornada completa (8.400 más que el anterior trimestre y 31.000 de subida respecto a hace un año) y 1.600 nuevos fijos con jornada parcial. Los eventuales se redujeron en 12.000. La tasa de temporalidad en el sector privado disminuye a mínimos históricos, el 11,1%, y la de las administraciones se sitúa en el 31,5%.

paro epa W

paro epa W / Hugo Barreiro

Por primera vez, el IGE muestra en la EPA de este trimestre la radiografía de los contratos temporales. La principal razón, casi 61.000, son para cubrir la ausencia de otro trabajador. Otros 35.500 son por circunstancias de la producción; 13.300 de obra o servicio determinado; y 10.500 de formación.

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