Catorce crónicas de Baiona

Sagas familiares, oficios, costumbres o artistas locales centran los libros de Luis Alberto Rey Lama, que acaba de publicar el 14º

Luis Alberto Rey, con un ejemplar de su último libro, en el paseo Ribeira.

Luis Alberto Rey, con un ejemplar de su último libro, en el paseo Ribeira. / Ricardo Grobas

“Hay más de 400 vecinos de Baiona que se apellidan Leyenda. Algunos están en Vigo, Nigrán o A Guarda porque se casaron y establecieron allí, pero en el resto de España no hay más. Es un apellido de origen judío. Al parecer, cuando los Reyes Católicos ordenaron expulsarlos, este grupo se escondió en Noia y después de un tiempo se trasladaron a Baiona”. Así fue cómo llegó al municipio una de sus grandes sagas familiares. Lo cuenta Luis Alberto Rey Lama, un vecino que lleva doce años dedicado a recoger la crónica social del último siglo en la villa, sin más pretensión que dar a conocer la otra historia de la real villa, la de lo cotidiano, que también “interesa a la gente” y que también “es inacabable” , afirma.

A los Leyenda ha dedicado sus dos últimas publicaciones, pero también elaboró otras dos sobre otros dos populares apellidos en el municipio. Se titulan “Baiona. Los Goce...y los Denis” y las editó en 2017. Los primeros provienen de una familia de titiriteros que recorrían España. Ellos fueron los primeros que representaron el “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla en la localidad a finales del siglo XIX y fue aquí donde se disolvió la compañía. Tres de los actores decidieron quedarse. Y los segundos son de procedencia portuguesa y se han dedicaco tradicionalmente a la pesca.

Los Leyenda, Goce, Denis o los Vilar y todas sus ramificaciones protagonizan cinco de las publicaciones

Los Vilar también tienen su libro en la trayectoria de Rey Lama, el titulado “Os Caringa”, saga de pescadores de Baiona”, publicado en 2014. Todavía le quedan algunos clanes locales por abordar: los Blach, los Cedeira, los Marcote... Será cuestión de poner en marcha las entrevistas. Es a través de largas conversaciones con los miembros de cada familia como el autor se documenta para estas crónicas familiares que comenzó en 2013 con la suya propia. “La casa de Baiona” fue el primero de los trabajos. Su afición a la escritura y el gusanillo del cronista lo lleva en la sangre. Hijo, sobrino y padre de periodistas, Luis Alberto Rey, vigués de nacimiento, retomó su pasión en cuanto se jubiló como comercial y se mudó a la villa con la que siempre mantuvo un vínculo por ser la tierra de sus padres.

Quería escribir las historias de sus antepasados y pidió ayuda al poeta vigués Antonio García Teijeiro que amablemente le respondió que “no lo necesitaba para nada”, recuerda. Así que se animó y ya no pudo parar. “Ayer en Baiona” y “Por la Baiona de antes” fueron sus siguientes trabajos, en los que relata costumbres y tradiciones que le contaron decenas de baioneses que le abrieron su memoria de par en par. Y es que han sido muchas horas de escucha las que han servido a Luis Alberto Rey para producir sus catorce crónicas a un ritmo de una por año. En estas primeras aproximaciones a la villa real de antes recuerda escenas de su infancia como la de la plaza de la fruta, hoy Pedro de Castro, donde “se vendían verduras a primera hora, pero también se bailaba la danza de espadas, paraban las procesiones... hoy es el comedor de Baiona”, bromea. La playa de A Barbeira es otra postal de su vida, “a la que íbamos en gamela cuando estaba la marea alta”. En aquel momento la de A Ribeira era de uso pesquero. Allí varaban las lanchas y los marineros realizaban diversas tareas. Recuerda asimismo aquella Baiona que terminaba en el casco histórico. “Del restaurante Casa Rita hacia arriba eran campos, donde extendían las redes, cultivaban...”, rememora.

Villa marinera

“Baiona. La pesca, hoy”, con primera y segunda parte también, es otra de sus publicaciones sobre el principal motor económico del municipio durante décadas. “Hay mucha gente que dice que Baiona ya no es marinera, pero eso no es verdad porque de la pesca viene buena parte del dinero”. En el puerto pesquero “ya no hay grandes barcos”, se centra en la bajura, pero “son muchos todavía los baioneses embarcados por los mares del mundo, al atún, en congeladores...”. De la actividad marinera tradicional en la que los hombres salían al mar y las mujeres se dedicaban a vender las capturas también ha escrito largo y tendido.

Dos artistas plásticos locales a los que profesa admiración protagonizan otros dos libros de Rey Lama. “Caíno, pintor de Baiona” salió a la luz en 2015 y “Pinceladas de luz. Carlos Padín” lo hizo en 2022. Al ya tradicional torneo de minibasket también le ha escrito uno de sus trabajos y en “Encuentros...” recoge símbolos del entorno como el cine Imperial y su historia.

Todo con la única intención de que los baioneses conozcan algo más de su historia reciente a través de textos e imágenes. “En ningún caso mis libros son documentos históricos contrastados documentalmente, simplemente están basados en la memoria de la gente”, deja claro. Pueden adquirirse en librerías pero también están disponibles de forma gratuita a través de internet.

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