Frenesí en la ría con la puesta a punto de las bateas

Los mejilloneros compatibilizan el encordado y desdoble con las reparaciones

A las empresas de servicios marítimos se les acumulan los encargos en la ría

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La ría de Arousa asiste desde hace días a una actividad frenética, tanto en lo referido al marisqueo, aprovechando las secas de las últimas jornadas, como en el ámbito de la acuicultura.

Respecto a esto último, especialmente llamativo resulta el trabajo que se está realizando en las bateas de cultivo de ostra y mejillón, ya que si bien el “oro negro” tiene un pobre rendimiento en carne en esta época del año, el sector se ve obligado a emplearse a fondo para completar el proceso de encordado y desdoble de la mejilla.

Pero no es solo eso lo que más ocupa y preocupa ahora mismo a los mejilloneros, sino que también se multiplican para reparar y poner a punto las bateas tras el duro otoño y el no menos virulento invierno al que han estado expuestas.

Son muchos los emparrillados de madera que siguen destrozados después de soportar la sucesión de temporales.

Empresas especializadas

De ahí que también sea notable la labor de los propios mejilloneros y las empresas especializadas, encargados unos y otros tanto de reponer vigas y puntones como de reubicar los parques flotantes que se han visto desplazados por las corrientes.

Aunque se anuncian nuevas complicaciones, la mejoría experimentada en el tiempo y las condiciones oceanográficas ha sido notables en la última semana. Razón por la cual se ha multiplicado el ir y venir de embarcaciones en los diferentes puertos y polígonos bateeiros. Estas imágenes, desde el catamarán Cruceros do Ulla Turimares, son buen ejemplo de ello.

Aunque se anuncian nuevas complicaciones, la mejoría experimentada en el tiempo y las condiciones oceanográficas ha sido notables en la última semana. Razón por la cual se ha multiplicado el ir y venir de embarcaciones en los diferentes puertos y polígonos bateeiros. Estas imágenes, desde el catamarán Cruceros do Ulla Turimares, son buen ejemplo de ello. / M. Méndez

A esa reposición de la madera se suma, en muchos casos, la colocación de nuevos muertos (bloques de piedra con los que se lastran las bateas al fondo) y de las cadenas que los unen al emparrillado.

También hay muchos bidones, de los usados a modo de flotador, que están siendo sometidos ahora mismo a un profunda revisión, tratando así de garantizar que los viveros sigan a flote.

Un barco auxiliar de acuicultura abarloado a una batea con vigas preparadas para ser sustituidas.   | //  M. MÉNDEZ

Un barco auxiliar de acuicultura abarloado a una batea con vigas preparadas para ser sustituidas. | // M. MÉNDEZ / MANUEL méndez

Acciones todas ellas de lo más complejo que se acometen desde los propios barcos auxiliares de acuicultura y empresas como Noroeste Sub, dirigida por Pablo Méndez y fundada hace diecisiete años en el barrio de Ardia (O Grove).

Con ayuda de embarcaciones como el “Insuiña Rande”, esta firma se ocupa de todo tipo de inspecciones en los emisarios submarinos de ayuntamientos, conserveras, depuradoras y similares, además de prestar infinidad de servicios ligados a la industria naval, tanto dentro como fuera de Galicia.

Los restos de bateas y embarcaciones son un riesgo para la navegación

Manuel Méndez

Narcosubmarino

El remolcado de embarcaciones y su rescate cuando están en apuros o ya hundidas forma parte de su trabajo habitual, como en su día lo fue el traslado del narcosubmarino aparecido en Cangas.

Estos días la actividad remolcadora de obras marítimas e instalaciones que lleva a cabo esta empresa de O Grove se centra, como se indicaba anteriormente, en las bateas de cultivo de mejillón y ostra.

Un constante ir y venir de embarcaciones | M. MÉNDEZ

Barcos auxiliares en plena actividad. / M. Méndez

Sobre todo en las localizadas en polígonos bateeiros de O Grove, Aguiño (Ribeira) y Cambados, donde esta misma semana el “Insuiña Rande” devolvió a su punto de fondeo algunas de las bateas que se han visto desplazada a causa de las intensas corrientes y el viento.

“Efectivamente, en esta época del año, una vez superados los temporales, toca desplegar acciones con las que garantizar la seguridad y funcionalidad de las bateas, prestando especial atención a las más castigadas por el duro invierno que hemos tenido”, indicaba ayer el propio Pablo Méndez.

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