Así se busca navaja en un gran banco de arena

Los mariscadores de a flote sacan partido a la “forquita” entre A Toxa y Cambados

Aparcan temporalmente el raño para saltar a uno de los bancos más importante de la ría

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La “forquita” es un arte de pesca experimental que, supuestamente, mejora las capturas y reduce la carga de trabajo o esfuerzo de los mariscadores. Además, parece causar menos roturas en los bivalvos en relación con el raño.

Este útil de pesca, empleado también para la captura del erizo y formado por un mango de madera unido a una platina metálica, con dos o tres dientes ligeramente curvados, ha cobrado un protagonismo especial durante los últimos días en la ría de Arousa.

Mariscadores de a flote trabajando con "forquita" en As Meáns. Al fondo, la costa de Cambados.

Mariscadores de a flote trabajando con "forquita" en As Meáns. Al fondo, la costa de Cambados. / M. Méndez

Y todo gracias al plan de explotación de recursos específicos que llevan a cabo de forma conjunta las cofradías de Cambados y la de San Martiño, ésta con socios también cambadeses, de Ribadumia, Meaño, Sanxenxo y O Grove.

Cerca de A Toxa

Se trata del plan de explotación de navaja con "forquita" de el banco de As Meáns, situado a la altura de la isla de A Toxa; entre ésta y la costa cambadesa.

Esta vez la “forquita” no está en manos de los mariscadores de a pie, sino que son los de a flote los que la usan, dejando en tierra los tradicionales raños.

Los rañeiros se desplazan a este banco a bordo de sus embarcaciones para, una vez allí, poner pie a tierra y, sobre la arena, con el agua hasta la cintura, centrarse en la extracción de navaja.

Otro método de captura

Un solénido que, junto al longueirón, también puede extraerse en dichas cofradías mediante la técnica de buceo con suministro de aire desde superficie.

En este caso con 28 tripulantes y 14 embarcaciones del pósito San Martiño autorizados, junto a 12 buzos y siete lanchas del cambadés.

La ensenada de A Lanzada es una de las zonas de trabajo.

La ensenada de A Lanzada es una de las zonas de trabajo. / M. Méndez

Zona de trabajo

La cofradía de O Grove tiene marcada como zona de intervención la ensenada de A Lanzada, que incluye esta playa, la de Area da Cruz y la de Raeiros.

También los arenales de Mexilloeira, Area Grande, Carreiro-Barcelas, Area das Pipas, Area de Reboredo, Lombo de Rons-Migalliñas, Lombo das Sinas y la ensenada de O Grove.

En este caso la navaja puede extraerse de marzo a diciembre, mientras que el longueirón se captura de febrero a abril y de julio a octubre.

El trabajo de los mariscadores ante la isla de A Toxa.

El trabajo de los mariscadores ante la isla de A Toxa. / M. Méndez

Son un total de 229 días de actividad permitidos al año, para los que se establecen topes de captura de 30 kilos de navaja y 50 de longueirón por barco, más 15 y 25 kilos, respectivamente, por buceador enrolado a bordo y día de trabajo.

Unos topes que se quedan en 30 kilos de navaja y 20 de longueirón por cada barco cambadés, junto a 15 y 10 kilos, respectivamente, para cada buzo a bordo y jornada.

El plan de recursos específicos de la cofradía de Cambados para estos solénidos, con 176 días de actividad entre mayo y diciembre, tiene un ámbito de actuación que abarca desde Rego do Alcalde (Lañeiras de Fóra) a la baliza de Orido, además de en Arnela-Galiñeiro, Tragove, Tereixiñas y As Lobeiras.

Registros económicos

Hay que tener presente que la navaja es una de las especies importantes en la ría. Y, desde luego, lo es en las lonjas de O Grove y Cambados, que ya han vendido casi 10 toneladas en lo que va de año, por valor de 125.000 euros.

Algo más de 7 toneladas corresponden a la “rula” de Cambados, que ya ingresó por este solénido casi 94.000 euros, tras marcar una cotización máxima de 23 euros por kilo.

Los mariscadores observados desde la cubierta de uno de los barcos de pasaje de la naviera Cruceros del Ulla Turimares.

Los mariscadores observados desde la cubierta de uno de los barcos de pasaje de la naviera Cruceros del Ulla Turimares. / M. Méndez

La cantidad restante fue despachada en el puerto de O Grove, en este caso con unos ingresos de 30.000 euros desde el pasado 1 de enero, marcando un techo de 20 euros por kilo.

El pasado ejercicio entre estas dos lonjas sumaron un total de 53 toneladas, 28 de ellas en la cambadesa (306.000 euros) y 25 toneladas en la meca (243.000 euros).

A lo largo de la última semana el precio máximo de la navaja superó los 10 euros en Cambados y se mantuvo en los 12 euros por kilo en el puerto grovense.

En el primero se vendieron 296 kilos el lunes, 272 el martes, 280 el miércoles y 182 kilos ayer, mientras que en el segundo fueron, respectivamente, 100, 102, 102 y 71 kilos.

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